EL PERFIL GEOGRAFICO

EL PERFIL GEOGRÁFICO

 

DEFINICIÓN

Podemos definir el perfil geográfico como un técnica de análisis, espacial o geográfica, de las acciones de los delincuentes, especialmente los seriales, en su actividad delictiva, y que puede ser de utilidad para la investigación criminal (Garrido y López, 2006). Bartol y Bartol (2008) lo definen como el análisis de las localizaciones geográficas asociadas con los movimientos espaciales de un agresor serial. El análisis de estos patrones tienen como finalidad primordial la localización del denominado «punto de anclaje» o punto de partida de sus desplazamientos, que puede ser tanto su domicilio, como su lugar de trabajo, domicilios anteriores, cualquier lugar conocido o en el que el delincuente se encuentre mas a gusto o seguro (Morales et. al., 2007). Los servicios policiales que utilizan esta técnica, en especial el FBI mantienen la hipótesis de que los delincuentes seriales suelen vivir cerca del lugar donde se cometió el primer delito, delito que «normalmente» no suele ser planeado y a partir del cual estos delincuentes inician su «aprendizaje», de ahí su importancia para la investigación. Esta hipótesis ha sido contrastada en estudios realizados por Davies y Dale (1995) sobre numerosos casos ya resueltos y sobre numerosos violadores seriales en los que, casi todos ellos, perpetraban sus asaltos en áreas próximas a sus puntos de anclaje. En el caso de los homicidas esta teoría se confirma de acuerdo a los estudios de Keppel de los casos contenidos en estudios de la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) de Alemania del año 2004, que por su extensión hace que los datos sean muy relevantes para estos estudios (Stangeland y Garrido, 2004). A primera vista, su utilidad estaría centrada no en la localización del punto de anclaje que es la finalidad última, sino en reducir la zona de búsqueda de los sospechosos, detectar los posibles escenarios (selección,  ataque o abandono de las víctimas) y, en consecuencia, localizar los posibles escenarios múltiples en los que buscar evidencias. Su base científica podemos encontrarla en los Modelos de Codificación, especialmente en los Modelos Mentales, Mapas Cognitivos o Esquemas Mentales (Bell, Fisher, Baum y Green, 1996; Downs y Stea, 1973; Ibáñez, 2008; Johnson-Laird, 1983; Santamaría, García-Madruga y Carretero, 1996; Vega, 1994). Para Johnson-Laird (1983), ante la imposibilidad de aprender el mundo directamente, la mente construye representaciones internas que actúan como intermediarias entre el individuo y su mundo, posibilitando tanto su comprensión, como su actuación e interacción con el. La mente humana opera con modelos mentales como elementos cognitivos que se combinan de múltiples maneras y que forman una «re-presentación» de los objetos y las situaciones a través de la captación de sus elementos y atributos más característicos. Canter es uno de los autores que mas ha desarrollado el perfil geográfico en su «teoría o hipótesis del círculo», cuya base está en la creencia de que los distintos escenarios están relacionados, de alguna manera», con un lugar importante para el delincuente, sea especialmente su domicilio, lugar de trabajo o de asueto o de contacto con las víctimas, y que constituye su lugar de inicio o base de operaciones, si bien puede haber una variación en función de la «experiencia» delincuencial del individuo, dado que en sus inicios («amateur») el escenario está mas cerca de ese punto de anclaje o de máxima seguridad (domicilio) y evoluciona (normalmente alejándose) de acuerdo a futuros acontecimientos y, con la finalidad de minimizar la posibilidad de ser detenido, va cambiando de zona, dado que las anteriores ya son para el menos seguras (Garrido y López, 2006). En sus investigaciones pudo determinar que entre el 50-75% de los delincuentes seriales vivían, o tenían su base de operaciones, en un área circular cuyo diámetro estaba constituido por la unión de los dos escenarios mas alejados. A estos delincuentes los denominó «merodeadores», dándole la denominación de «viajeros» o «commuter» a aquellos en los que no se cumplían estas condiciones (Canter, 2005).

ESTUDIOS REALIZADOS SOBRE CASOS REALES

De todos los estudios y análisis realizados lo más importante es que se lleva a cabo una acción metódica inductiva extrayendo patrones de conducta geográfica para plantear hipótesis y teorías que puedan valernos en un futuro, pero eso tampoco sería todo.

 

Desde el punto de vista criminológico nos ayudaría a trazar mapas en los que distinguir áreas en las cuales se concentren tipologías delictivas, o se encuentren exentos o en poca densidad, mapas que una vez delimitados pueden valer a las autoridades políticas o policiales para establecer políticas criminales (Stangeland y Garrido, 2004).

Por considerarlo de interés vamos a hacer una pequeña referencia a dos casos seguidos en Estados Unidos en los que fueron utilizados alguno de los métodos a los que antes hemos hecho referencia (Catalano, 2000).

El primero de ellos es el caso de Green River (Río Verde), que comprende una serie de 49 asesinatos de mujeres, la mayoría de ellas jóvenes que se dedicaban a la prostitución y que habían huido de sus domicilios, y que fueron secuestradas a los largo de una importante ruta de transporte entre las ciudades de Seattle y Seattle-Tacoma Aeropuerto internacional, entre 1982 y 1984.

The Strip, área de «luces rojas» próxima al aeropuerto, era un lugar densamente poblado y frecuentado por transeúntes, viajeros en general y trabajadores locales, lugar de paso en la ruta que comunica grandes ciudades (Vancouver-Seattle-Oregón-California) y lugar de atracción para cientos de jóvenes prostitutas por las posibilidades del ejercicio de su profesión.

Los cuerpos de las primeras víctimas fueron descubiertos en el Green River, al este de The Strip. Otras fueron encontradas enterradas en áreas arboladas en los alrededores de Seattle y otras varias lo fueron en las afueras de la ciudad de Portland (Oregon). De las 49 víctimas oficiales, 7 nunca fueron encontradas y 4 aún permanecen sin identificar. El caso aún continua sin resolver.

Cuando comenzaron las investigaciones y la policía «invadió» la zona las prostitutas abandonaron la zona trasladándose a otros lugares. Los secuestros dejaron de producirse.

Por parte de los investigadores se comenzó a utilizar el método GIS, iniciándose los trabajos para identificar la distancia media recorrida por el agresor desde su posible residencia a los lugares de los crímenes, trabaja basado en las investigaciones de Rossmo (1995,1997), en las de LeBeau (1987, 1992), Dietze et al. (1990), Godwing y Canter (1997) y Warren et al.(1998).

Utilizando el GIS se poligonizó la red de comunicaciones terrestres (calles y carreteras) de la región. Luego, cada escenario fue almacenado utilizando una configuración específica. Se analizaron las intersecciones de los datos con los planos poligonizados de las vías y se puntuó cada uno de ellos de acuerdo a los datos almacenados. El análisis abarcaba una muy extensa área, lo que obligó a «diseccionar» los trabajos y formas 5 escenarios con áreas más pequeñas utilizando puntuaciones diferentes.

El análisis de los escenarios tendía a localizar la residencia del agresor cerca de The Strip, hacia el norte o hacia el sur de la ruta principal, bien teniendo en cuenta las distancias rapto-depósito, bien teniendo en cuenta las áreas menos restrictivas (de accesibilidad más fácil). Estas áreas serían las que posteriormente deberían ser investigadas y vigiladas con mas intensidad.

La utilidad del proceso quedó disminuida dado que los delitos dejaron de cometerse. Con el análisis de las rutas el primer paso era clasificar los lugares de depósito o abandono de las víctimas de acuerdo al número de veces elegido por el agresor y clasificados en tres grupos: a) controlados por las víctimas, eran aquellos lugares aislados que podían ser elegidos por las víctimas como parte de la cita; b) los que fueron utilizados en mas ocasiones para este fin; y, por ultimo c) lugares que eran poco conocidos para mucha genere, pero no para el agresor.

Asumiendo diferentes presupuestos, en especial el del mínimo esfuerzo, se podía determinar que la residencia podía estar en algún lugar a lo largo de una determinada ruta que, lógicamente, atravesaba el área de The Strip.

Por esas circunstancias que muchas veces sobrevienen en el ámbito de la investigación criminal y determinadas por las personalidades de los agresores, a finales del año 2001, el día 30 de noviembre, fue detenido Gary Leon Ridgway, un padre de familia de 52 años, empleado en el sector del transporte y residente en Auburn (Seatle), como autor de la muerte de las tres últimas víctimas tras contrastar muestras de saliva encontrada en los cuerpos de éstas.

El 5 de noviembre de 2003 fue acusado del asesinato de 48 mujeres jóvenes de todas las razas secuestradas y asesinadas y cuyos cuerpos fueron abandonados, a veces en grupos, a lo largo de la ruta estatal 66.

Como cosas a resaltar de Ridgway, en relación con el tema que nos ocupa diremos que muchos de los cuerpos fueron abandonados en grupo, específicamente en lugares (según su declaración) donde mantuvo relaciones sexuales con su segunda esposa, de la que estaba separado (mapa mental).

Por otra parte también declaró que contaminaba los escenarios con objetos como armas, cigarrillos, periódicos, etc. de otras personas que bien recogía durante su estancia el otros lugares o pertenecían a autostopistas que viajaron con el en alguna ocasión.

 


Post relacionados


EL PERFIL GEOGRAFICO
Dic. 27, 2018, 7:09 p.m.

PERFIL GEOGRAFICO

Leer más
EL PERFIL CRIMINAL 1
Nov. 17, 2018, 8:16 a.m.

EL PERFIL CRIMINOLOGICO

Leer más